lunes, 7 de abril de 2014

Freedom Call en Madrid, una verdadera Happy Metal Party.

Hacer un concierto de Power Metal en Madrid dos días después de que toquen Gamma Ray y Rhapsody no parece una idea que vaya a tener mucho éxito. Y más si es domingo y si por segundo año consecutivo han coincidido las mismas bandas en el mismo fin de semana pero no el mismo día. Aún así Freedom Call logran que mucha gente vaya a verlos y disfruten de un gran concierto. 

No llegué a ver a los teloneros In Vain, unos españoles que han pegado muy fuerte pero de los que no puedo opinar. Una pena pues parece que tienen bastante calidad.



Dragonhammer, una banda italiana de power metal al estilo alemán, eran los encargados de abrir para Freedom Call. No obstante me parecieron un poco insulsos. No sé, como si no tuvieran nada que aportar en la escena musical. Sonaban muy bien y tienen temas pegadizos pero parece que les falta ese algo que les haga especiales. Pese a todo disfruté del concierto.



Era el turno de los alemanes Freedom Call. Ya les vi hace un par de años y he de decir que siguen igual: un gran directo lleno de bromas, mucha interacción con el público, muy buen sonido y una elección de temas muy acertada. Es un grupo que tiene sus limitaciones y se encasilla mucho pero si sabes a lo que vas lo puedes disfrutar como el que más. Además, encasillarse con melodías pegadizas creo que no es una mala opción.



Comenzaron con su último single: Union of the Strong. Suena directo y es la presentación perfecta para lo que va a ser la noche. Continuaron con la clásica We are One, Age of The Phoenix y la pegadiza Hero Nation. Entre canción y canción Chris Bay no paraba de charlar y hacer reír a los presentes. Su trabajo de frontman lo hace a la perfección. Además, durante las canciones, miraba a todos lados como intentando que absolutamente todos se lo pasen bien cosa que rara vez se da. Sólo por la implicación que tienen para que todo el mundo se lo pase bien y que como él dijo "cambiar un domingo por sábado sea posible" merecen todo el respeto de la escena metalera. Siguieron con Tears of Taragon, Farewell, la nueva Beyond, la mítica The Quest, la pegadiza Warrios of Light y para mí la mejor de su último trabajo: Heart of the warrior. 

Era el turno de Power & Glory, Come on home, la épica Tears of Babylon con la que todo el mundo se viene arriba y la que da nombre a la banda Freedom Call que en directo suena muy pero que muy bien. 


Finalmente terminaron con Paladin, de su último trabajo y que a mí personalmente no me dice mucho y las geniales y míticas Warriors y Land of the light. 



Pese a su ocasional simpleza en las composiciones y su encasillamiento ir a un concierto de estos tipos es un absoluto acierto si te lo quieres pasar bien y pasar una buena noche de metal. 

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